Erick Ulises Ezequiel Hernández cumpliría en diciembre apenas sus 19 años de edad, pero desde el pasado 29 de septiembre, desapareció, como desaparecen miles de personas en este país. Aguascalientes fue el último lugar de contacto con el joven.
Fue con Cristina, su mamá, con quien aquel 29 de septiembre, Erick tuvo el último contacto y sólo le dijo que estaba en Aguascalientes, que lo habían engañado «no era el trabajo que me habían dicho», aseguró, mientras que también advirtió desesperado que lo asaltaron, que lo golpearon «que ya no tenía nada y que dos personas lo estaban siguiendo». Desde ese momento, Cristina nunca volvió a saber de su hijo hasta este día en el que afirma: «Se lo juro, me estoy volviendo loca, esto es horrible».
Cristina, desde la Ciudad de México se encuentra desesperada pues tuvieron que pasar ocho días después de la denuncia de desaparición para que la Fiscalía General del Estado de Aguascalientes emitiera la ficha de búsqueda correspondiente, ficha que por cierto, no ha salido a la luz pública en este Estado.
«Me dicen que en hospitales no está, estoy dispuesta a ir a buscarlo de municipio por municipio,
le juro que ya no puedo más»

Además del dolor, Cristina ha sido víctima de personas sin escrúpulos y supuestos videntes
Como si fuera poco, el calvario que está viviendo Cristina en la desaparición de su hijo, quien salió de la Ciudad de México engañado por un supuesto trabajo, y de quien se conoció que Aguascalientes fue su último destino, desconsolada nos cuenta entre el tráfico y el caos de la CdMx que personas sin escrúpulos la han contactado vía redes sociales y páginas de búsqueda de persona ‘para «decirle» donde se encuentra Erick.
A cambio, supuestos videntes piden desde 300 hasta 3 mil pesos por «vía satelital» darle información del paradero del joven y llegaron al extremo de afirmar que estaba en Guerrero, que en diez días se lo llevarían a Tijuana por un asunto de tráfico de órganos.
Uno de los estafadores le preguntó a la mamá de Erick que si tenía otra persona desaparecida, Cristina contestó que sí -sin ser así- y fue como descubrió que todo era un engaño, pues el supuesto vidente aseguró que los «dos desaparecidos» estaban juntos.

Cristina suplica a Aguascalientes que se sume a la búsqueda de su hijo
Cristina rompió en llanto, ya no alcanzaron las palabras para explicar lo que su corazón de madre siente al no conocer el estado y paradero de su hijo, quien en la última conversación le dijo que estaba golpeado y sin absolutamente nada; desesperada pide a la gente de Aguascalientes que le auxilien en la búsqueda que a nivel oficial no han iniciado, pues no existe en difusión boletín de búsqueda alguna.
Se dice dispuesta a viajar a Aguascalientes y buscar rincón por rincón en los once municipios, tiene la esperanza de encontrarlo en algún hospital o en situación de calle. Hace un silencio y continúa: «Es horrible lo que voy a decir: No sé como me lo entreguen, pero que ya me lo entreguen», suplica.
