Ayer 5 de marzo se cumplió un mes de la desaparición de Ricardo Esquivel Velázquez y Flavio Palomar Pérez, dos jóvenes de Asientos, Aguascalientes cuyas familias y amigos han vivido un verdadero calvario en la interminable búsqueda.
Se trata de jóvenes de amplio reconocimiento social en sus comunidades y lugares de trabajo, uno de ellos, Ricardo, trabajó en la Mina Santa Francisca y además es ex seminarista; recordado por su alto sentido de empatía, sencillez, trabajo y honradez, es joven fiel devoto religioso que nunca tuvo problemas con quienes le rodeaban.
De origen campesino, en su momento fue seminarista y posteriormente se encargó de un importante área dentro de la industria minera, hasta que su nombre -Ricardo Esquivel Velázquez- fue incluido en la interminable lista de personas desaparecidas en el país desde el pasado 5 de marzo.

Junto con Ricardo de 37 años de edad, desapareció Flavio Palomar, de 32 años de edad, cuyo boletín de búsqueda también fue emitido el 5 de febrero del año en curso. Ambos jóvenes fueron vistos por última vez en territorio de Aguascalientes.
Tras la desaparición de los jóvenes de Asientos, Aguascalientes,vecinos, conocidos, familiares y amigos han iniciado labores de búsqueda y difusión en redes sociales, así como cadenas de oración para dar con el paradero de Ricardo y Flavio de quienes no existe hasta el momento indicio alguno.
Ricardo en su último post de redes sociales, antes de su desaparición, escribió:
«Buscando el bien de nuestros semejantes,
Ricardo Esquivel Velazquez
encontramos el nuestro»
La ausencia de Ricardo ha calado hondo entre sus compañeros de trabajo, familia y amigos pues lo recuerdan como un extraordinario ser humano que siempre se ha caracterizado por su empatía, respeto y buen humor.
La sociedad de Aguascalientes y autoridades poco hablan del tema de la desaparición de los dos jóvenes de Asientos mientras que sus círculos más cercanos enfrentan la peor de las pesadillas: la búsqueda interminable de sus jóvenes desaparecidos.


