Los milagros existen, sobre todo cuando son niños los que están involucrados en la historia que se cuenta. Es el caso de la pequeñita que perdió el pasado 4 de febrero en la Cenaduría San Antonio a su compañero inseparable: un pug de peluche.
Lo que para muchos era simplemente la pérdida de un muñeco de peluche, para su dueña fue una verdadera desaparición que la angustió por varios días.
Con la finalidad de dar con el paradero de su amigo, dibujó un simpático cartel que conmovió a propios y extraños, en él explicó como era su peluche y lo daba por desaparecido, incluso, ofreció recompensa:

El mensaje conmovió a los cibernautas e incluso, a los empleados de la Cenaduría San Antonio, quienes emprendieron una búsqueda real.
En el cartel que hizo la pequeña dueña del peluche añadió un número telefónico que por cierto, no era ni de ella ni de sus familiares, por lo que la propietaria del celular fue testigo directo de la empatía social que generó el mensaje pues le marcaron muchos interesados en ayudar a cerrar la historia lo mejor posible.
Y el milagro sucedió: fue tal la empatía social que finalmente Pug ya está con su dueña y ambos siguen viviendo felices luego de la «desaparición» del peluche amigo fiel de esta pequeñita de Aguascalientes que a todos, nos movió el corazón.
