Cada 12 de diciembre, en todo México, se conmemora una de las fechas con mayor relevancia cultural y religiosa del país: la aparición de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego en el cerro del Tepeyac, en la Ciudad de México. Este acontecimiento da pie a que millones de mexicanos rindan homenaje a la Virgen con misas, peregrinaciones, cantos de las mañanitas e incluso los maratones Guadalupanos que se realizan en algunos estados como Aguascalientes.

El origen de la tradición guadalupana

De acuerdo con el Nican Mopohua, un texto escrito en náhuatl por Antonio Valeriano en el siglo XVI, la Virgen de Guadalupe se apareció en cuatro ocasiones al indígena Juan Diego en diciembre de 1531. En una de estas apariciones, ocurrida el 12 de diciembre, la Virgen le pidió a Juan Diego recoger flores de diversos colores en un lugar inhóspito, durante una temporada en la que no era posible encontrar ese tipo de flora.

Estas flores, colocadas en su tilma, se convirtieron en la prueba que Juan Diego presentó al obispo Juan de Zumárraga, revelando en el tejido la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Esta narrativa marcó el inicio de una devoción que ha perdurado por siglos, consolidándose como un símbolo espiritual y cultural en México.

Debate histórico y significado cultural de la leyenda de la Virgen de Guadalupe

La historia de la Virgen de Guadalupe ha sido objeto de debate. Algunos historiadores sostienen que la narrativa pudo haber sido una estrategia de los conquistadores para facilitar la conversión al cristianismo de los pueblos indígenas. Sin embargo, en la actualidad, este relato ha sido adoptado como parte fundamental de la cultura mexicana, convirtiéndose en un evento espiritual celebrado anualmente.

Para los mexicanos, la Virgen de Guadalupe simboliza la unión entre las culturas indígena y española; además de ser un símbolo hasta maternal a la que se le suele acudir en momentos de dificultad, pidiéndole protección y guía y en ocasiones atribuyéndole milagros a su intervención.

Finalmente, la figura de la Virgen de Guadalupe también ha trascendido como un ícono en la historia de México como de la cultura popular mexicana. Ejemplos de ello incluyen la inclusión de su imagen como estandarte por Miguel Hidalgo durante el movimiento de independencia de 1810, la interpretación de su canción por Itatí Cantoral, su mención en doblajes de caricaturas hechos en el país, y la existencia de La Rosa de Guadalupe, una serie con más de mil episodios dedicados a sus milagros. Estos elementos refuerzan la importancia de la Virgen de Guadalupe en México, no solo como una figura religiosa, sino como un pilar de las tradiciones y la identidad cultural del país.