Los operativos para detectar y prevenir la ocupación ilegal de casas abandonadas por los llamados “paracaidistas” se han reforzado tras el hallazgo de una fosa clandestina en el municipio de San Francisco de los Romo, Aguascalientes. Estas acciones están a cargo de la Secretaría de Protección Civil y Seguridad Pública, que identifican viviendas desocupadas en estado de abandono para sellarlas con materiales que impidan el acceso.
“Hay ocasiones en que hay gente que se mete a dormir o empieza a realizar actividades que incluso podrían representar un peligro para los vecinos, pero para eso se hace un dictamen a Protección Civil, y es urgente intervenir para evitar alguna situación. De esta manera, se ha logrado actuar en varias viviendas”, destacó el alcalde del municipio capital, Leonardo Montañez.
Por su parte, el coordinador de Protección Civil municipal, José Gabino Vázquez, señaló que su dirección se encarga principalmente de monitorear las condiciones estructurales de estas viviendas abandonadas, con el objetivo de determinar si existe riesgo de colapso o derrumbe que pueda poner en peligro a quienes ingresen.
“Nos han llamado para revisar condiciones estructurales. Intervenimos y Desarrollo Urbano nos apoya en la gestión de revisiones estructurales para definir el riesgo exacto de estas viviendas, además de las cuestiones de seguridad relacionadas con personas que entran para realizar actividades irregulares”, señaló Gabino Vázquez.
En cuanto a las cifras, el coordinador indicó que en el municipio capital se tienen identificadas 60 viviendas en estado de abandono o con alto riesgo. Algunas de estas están habitadas por paracaidistas, mientras que otras permanecen completamente vacías. En ciertos casos, se busca su reconstrucción y readaptación para que vuelvan a ser habitables. Sin embargo, las casas ubicadas en la zona centro están protegidas por normas de antropología, por lo que solo se permite su restauración siguiendo criterios específicos.
“En algún momento se les ha indicado cuál es el procedimiento para rehabilitar o restaurar las viviendas. En la zona centro, la mayoría de estas son fincas protegidas por antropología, lo que en muchas ocasiones no permite su reconstrucción, sino únicamente restauraciones que deben conservar las condiciones de la época, con materiales y técnicas específicas. Esto hace que restaurar una vivienda de este tipo sea muy costoso”, concluyó Gabino Vázquez.