Después de que Cristina acudiera a Zacatecas con la finalidad de reconocer el cuerpo que creían, era de su hijo Erick, desaparecido desde el 29 de septiembre luego de que viniera a Aguascalientes por un trabajo, sucedió lo que considera “un milagro”.

Primero, con terror, viajó hasta Zacatecas a realizar el trámite pericial, mismo que concluyó favorablemente pues el cuerpo por reconocer no pertenecía al de su hijo.

Entonces, se prometió que continuaría la búsqueda de sus hijo en los alrededores, pues el último lugar donde tuvo contacto con él fue vía cibernética desde Aguascalientes, lugar desde donde Erick le informó que había sido engañado, golpeado y asaltado. A partir de ese día, 29 de septiembre, ya no tuvo ninguna noticia del joven de 18 años.

En su viaje de regreso a la Ciudad de México, luego de ir a Zacatecas al reconocimiento pericial del cuerpo que resultó que no era el de Erick, ya por territorio de Queretaro, recibió la mejor llamada de su vida.

Se trataba de la Fiscalía General del Estado de Aguascalientes, instancia que le confirmaba que su hijo había sido localizado con vida en este estado.

Regresó entonces a Aguascalientes para comprobar que su hijo estuviera con vida y así fue.

Siendo su historia de éxito la que quisieran experimentar miles de madres buscadoras que no se rinden en este país.