Hace 449 años, un 22 de octubre de 1575, Jerónimo de Orozco, presidente de la audiencia de la Nueva Galicia, firmó la cédula que permitió, por orden del rey Felipe II, la fundación de la Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas Calientes, nombrada así por la abundancia de aguas termales en la región y que hoy en día conocemos como Aguascalientes.

Sin embargo, no fue hasta el 23 de mayo de 1835 que la villa se separó de Zacatecas para convertirse en un estado libre y soberano. Se dice que este proceso pudo haberse acelerado por una anécdota en la que la Señora García Rojas habría besado a Santa Anna durante una recepción en su honor cuando se dirigía a Zacatecas para someter al gobernador García Salinas. Aunque, otras versiones indican que esta separación fue más bien un castigo político contra el gobernador.

Uno de los eventos históricos más importantes en Aguascalientes fue la Convención Revolucionaria de 1914, celebrada entre el 10 de octubre y el 9 de noviembre durante la Revolución Mexicana. Esta convención tuvo como objetivo unificar las facciones revolucionarias y definir los objetivos de la Revolución, aunque no alcanzó totalmente su propósito. Aguascalientes fue elegido por su ubicación estratégica y por su reputación como símbolo de paz y concordia.

Para conmemorar el 449 aniversario de la ciudad, el alcalde Leonardo Montañez encabezó una Sesión Solemne de Cabildo en el Teatro Morelos, el mismo lugar donde se celebró la Convención de 1914. Acompañado de los miembros del H. Cabildo del Ayuntamiento y la gobernadora Tere Jiménez, este acto rememoró la importancia histórica y cultural de la ciudad en el desarrollo de la nación.