• La elección también evidenció que los partidos políticos mayoritarios han perdido pulso y control con sus estructuras.

La elección para renovar el Poder Judicial federal y en Aguascalientes, se vio empañada no sólo por el abstencionismo de más del 87% de la población con obligación de votar, sino que también fue un firme ejemplo de ilegalidad electoral con prácticas como el acarreo de estructuras de partidos políticos.

No solo por lo complejo de la elección, sino por intereses de partidos, los pocos electores que acudieron a las urnas en todo el estado, lo hicieron con los famosos «acordeones» que marcaban los números por los que se «tenía» que votar en todas las boletas recibidas.

Sin conocer ni siquiera los nombres de los candidatos a los que beneficiarían con sus votos, aleccionados, los votantes solo cumplieron en algunos casos con copiar los números que les impusieron sus cúpulas partidistas -a pesar de que se suponía que la incursión política no estaba permitida-, esto, sin tomar en cuenta trayectoria, experiencia o capacidad para ejercer los cargos judiciales por los que concursaban a quienes beneficiaron con su voto aleccionado.

Electores que traían instrucciones y acordeones en su poder, reconocieron que no sabían ni a quienes beneficiaron con sus votos, a pesar de que los elegidos son quienes tendrán en sus manos la justicia por los próximos nueve años.

El Instituto Nacional Electoral reportó solo 20 incidentes «ninguno significativo», dijo al término de la jornada electoral, destacando de la misma:

«Esta ha sido una jornada ejemplar y limpia».

Sin embargo, las listas y acordeones promovidos por partidos circularon en todas las casillas de Aguascalientes, generando la molestia evidente de líderes políticos pues contrario a sus expectativas, la gran mayoría de sus estructuras no salieron a votar, dejando en evidencia que no siempre el poder y la corrupción manda a todas las conciencias sociales.

El gremio de abogados en Aguascalientes refirió preocupación por lo ocurrido, pues destacan que entre los candidatos que incluyeron en los «acordeones» de partidos, hay quienes no tienen ninguna experiencia en el campo jurídico y solo fueron incluidos por afinidades políticas, lo que derivará en el riesgo de que desempeñen la función para la que fueron electos sin ninguna independencia.

La elección fue de personas adultas y adultas mayores, los jóvenes en su mayoría no salieron a votar, refieren funcionarios de casilla que más bien señalan que fue una elección «desairada» y sin control, pues los acordeones circulaban sin problema alguno, ya que no tenían instrucción de retirarlos o prohibirlos.