Dos jóvenes sin vida y otros más lesionados dejó una sangrienta riña campal registrada en las inmediaciones de Pilar Blanco y Potreros del Oeste, al sur de la ciudad de Aguascalientes.
Integrantes del barrio conocido como «ABC» de Pilar Blanco se enfrentaron con rivales, presuntamente por «cuidar el territorio» y evitar el ingreso de quienes no pertenecen a esta banda, que por cierto, según vecinos del lugar, ya no soportan por los destrozos, riñas, asaltos e inseguridad que provocan en la zona.
Las víctimas mortales fueron un adolescente de 15 años y un joven de 22 años, mientras que otros más resultaron lesionados incluso, con armas de fuego que salieron a relucir en la trifulca; uno de los lesionados resultó ser hermano de William Ramírez, el adolescente que fue ultimado.
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Aguascalientes, se recibió de la Clínica San Juan, el cuerpo sin vida de quien fue identificado como W.I.R.T, de 15 años de edad, luego de los hechos ocurridos en el Andador Ganzo, entre las calles Canario y Águila de la Unidad Habitacional Pilar Blanco.
William murió por una herida producida por objeto punzo cortante en el torax, lo que le ocasionó una hemorragia interna y externa.
Sobre la otra víctima mortal sólo se sabe que en vida se llamó Brayan Axel Andrade y que contaba con 22 años de edad.
Ya no soportan las riñas callejeras
Vecinos de Pilar Blanco y Potreros del Oeste recriminaron las afectaciones que en viviendas, autos y seguridad personal han propiciado los grupos de vándalos y pandillas de la zona; se dijeron cansados de las riñas, asaltos y daños constantes por los enfrentamientos en los que participan decenas y decenas de hombres y mujeres, en su mayoría, menores de edad.
Señalan que las riñas son de tal nivel de violencia que ya no sólo salen a relucir piedras o armas blancas, sino que desde hace un tiempo a la fecha, también se caracterizan por el uso de armas de fuego, lo que constituye un riesgo real para los habitantes del lugar, que lo único que pueden hacer es encerrarse y no salir de sus viviendas hasta que la contigencia concluya.
De igual forma, señalan que pocas veces intervienen policías en las campales, y que cuando se reportan incidentes de tal naturaleza, en escasas ocasiones arriban al lugar del conflicto los uniformados, pues cuando lo hacen, los barrios y pandillas se unen ahora en contra de los policías para atacarlos en conjunto.


