Esta mañana, en el predio privado de La Pona, entró maquinaria para derribar huizaches y mezquites y despejar la zona que de acuerdo a ecologistas, se emplearía como punto de enlace vial de 800 metros.

Luego de que el juicio de amparo se sobreseyó, el particular decidió entrar con la maquinaria para limpiar la zona y concretar el primer proyecto de urbanización en esta parte de la mezquitera. Una joven documentó lo ocurrido esta mañana a través del Movimiento Salvemos La Pona y pidió auxilio de más ecologistas para impedir el avance de la demolición.

Este terreno permite la infiltración de agua al acuífero y es considerado uno de los únicos pulmones naturales de Aguascalientes, por lo que por años, ha sido defendido por ecologistas.

Previamente el área fue incendiada y los dueños que intervienen en la misma, se amparan en que se trata de propiedad privada.

Luego de que los operadores de las máquinas fueron descubiertos por la joven activista, continuaron el derribo de naturaleza, hasta que llegaron defensores ecologistas y comenzó la resistencia civil.

Policías arribaron al lugar y pidieron desalojar el area, mientras que los activistas permanecieron en el lugar y los trabajadores recibieron órdenes para continuar con la intervención.

Al grito de «La Pona no se vende, se ama y se defiende», losambientalistas advirtieron que no se quedarán conformes con la intención de capitalistas, constructores e inmobiliarias que pretenden apoderarse y destruir la mezquitera.

Algunos arriba de la maquinaria, impedían que continuaran los trabajos mientras policías vigilaban en espera de indicaciones y solicitaron a los activistas que desarrollaran una manifestación pacífica.

Los representantes de la empresa foránea, señalaron ante los activistas que el amparo interpuesto no benefició a los defensores ecologistas y que se trata de un área privada en donde «hay una planeación desde el 2003 y no se ha podido hacer por diversas causas», añadieron que no detendrán y continuarán los trabajos en la zona.

Cabe destacar que desde hace años, el terreno que hoy fue intervenido y en el que se inició la demolición de mezquites y flora nativa, ha sido defendido por la ciudadanía y organizaciones no gubernamentales, entre ellas, la principal defensora «Salvemos la Pona».